Desde pequeño, el dibujo y la pintura ha sido mi forma de entender el mundo. Pasaba horas creando personajes, escenarios e historias, no como un escape, sino como una manera de ordenar ideas, emociones y preguntas que no siempre sabía expresar de otra forma.

Con el tiempo, esa necesidad de crear se transformó en una carrera artistica. Mi interés por la fantasía y la mitología terminó dando forma a un lenguaje visual propio, donde la pintura me permite explorar diferentes mundos e ideas.

Estas ideas se traducen en mi arte, permitiendome conectar con personas que sienten una atracción similar por lo imaginario, lo simbólico y lo creativo.

— Pablo